Una autopsia es un proceso de investigación, lo que se entiende como la investigación de la causa de la muerte.
Este proceso consta de varios pasos, pudiendo existir variaciones, pero en esencia es el conjunto de operaciones de carácter manipulativo, que podemos llamar quirúrgico, que se realizan sobre un cadáver con fines de estudio. Y lo que se estudia es la causa de la muerte así como las condiciones que han llevado a la muerte.
•TIPOS DE AUTOPSIA
La finalidad del estudio es la que define los distintos tipos de autopsia. Así tendremos una autopsia que se realiza con fines exclusivamente científicos, que es la llamada autopsia clínica o anatomopatológica y una autopsia que se realiza por motivaciones de orden social o legal, que es la autopsia judicial, forense o médico-legal.
Autopsia clínica
La autopsia anatomopatológica investiga la causa y mecanismo de la muerte, poniendo en relación la anatomía patológica del cuerpo con la historia clínica previamente conocida.
*Finalidades e indicaciones de la autopsia clínica
Las motivaciones de la autopsia clínica son fundamentalmente: la investigación médica y el control de calidad de la asistencia hospitalaria.
La autopsia clínica:
• Identifica la causa de la muerte.
• Confirma exactamente la enfermedad o la naturaleza de la enfermedad.
• Estudia la gravedad y extensión de la enfermedad, cosa que no siempre es evidente en la evolución del enfermo.
• Estudia otras enfermedades secundarias o asociadas que haya tenido el mismo paciente.
• Comprueba los resultados de los tratamientos médicos.
Autopsia forense o médico legal
La autopsia médico-legal o autopsia forense no tiene un interés sanitario, sino que tiene una finalidad social.
Se trata de una autopsia que cubre las necesidades de investigación, en principio judicial, aunque con el tiempo se han añadido toda una serie de motivaciones para la práctica de la autopsia que no son estrictamente problemas legales, sino que han aparecido motivaciones de tipo administrativo.
En cualquier caso, en la autopsia forense no prima el interés sanitario. Que el interés sea legal y no sanitario no quiere decir que la autopsia no deba ser exhaustiva y médicamente correcta incluso en las muertes calificadas como naturales.
*Finalidades e indicaciones autopsia forense.
Los objetivos de la autopsia forense se mueven en torno a una o varias de las siguientes finalidades:
• Establecer la identidad del cadáver.
• Determinar la hora de la muerte, o el periodo temporal en el cual puede haberse producido.
• Determinar la naturaleza de la muerte, así se trata de una muerte natural o violenta, y en su caso las características de violencia homicida, suicida o accidental de la muerte.
• Determinar la causa de la muerte, tanto la causa fundamental como la intermedia y la esencial.
• Describir toda patología secundaria que presente el cadáver, así se trate de lesiones producidas por violencia como de patologías naturales.
• Establece gran parte de las circunstancias de la muerte, poniendo en relación los hallazgos de la autopsia con los elementos encontrados en el lugar de los hechos y con los datos sumariales que aportan otras fuentes, como es el caso de la policía, testigos, etc.
• Aportar pruebas de tipo criminalístico a la investigación policial y judicial.
*Pasos que componen la autopsia judicial
La autopsia judicial posee fundamentalmente dos partes, lo que sería el reconocimiento externo y posteriormente el reconocimiento interno con el análisis de cavidades.
•Reconocimiento externo.
Se distinguen unos pasos fundamentales en el examen externo del cadáver.
a) Datos relativos a la identificación del cadáver.
En este paso se reseñará todo lo relativo a la talla y el peso del cadáver, así como las características fisonómicas del mismo, color del pelo, ojos, constitución física. Se realizará una descripción detallada de las ropas que posee el cadáver, así como si el mismo posee alguna marca particular, como tatuajes, o como cicatrices antiguas características. Asimismo se reseñarán los objetos personales que porte el mismo, que serán remitidos al juzgado correspondiente.
Este paso tiene especial importancia, en el caso de cadáveres que no están identificados, ya que cualquier dato por mínimo que parezca (como la marca de la ropa que posee por ejemplo o el número del calzado que usa) puede llevar a la identificación del mismo; en este sentido, también se realizaría la ficha dental del sujeto, haciendo constar tanto piezas dentales que falten como aquellas que han sido sometidas a tratamientos odontológicos (empastes, puentes de porcelana…)
b) Estudios de los fenómenos cadavéricos.
Estos son fundamentales para establecer la data de la muerte, o sea, para establecer a qué hora o en qué momento aproximado se produjo la muerte del sujeto. Normalmente esto tiene vital importancia en el momento del levantamiento del cadáver, porque en la sala de autopsias normalmente se encuentran alterados por haber estado sometido el cadáver a medidas de refrigeración. Se estudian la deshidratación, las livideces, la rigidez y en cadáveres putrefactos, la presencia de mancha verde, enfisema subcutáneo y la existencia de larvas o gusanos.
c) Signos relacionados con la causa de la muerte y lesiones que presenta el cadáver.
Aquí estudiaríamos cualquier dato que nos pueda orientar a establecer la causa de la muerte, por ejemplo la presencia de una cianosis facial (color azulado o amoratado de la piel) es propia de las muertes con falta de oxígeno o la presencia de varices o trastornos tróficos en los miembros inferiores indicarían problemas circulatorios.
Asimismo se reseñarían cualquier tipo de lesión que presentara el cadáver, bien sean equimosis, erosiones, excoriaciones o lesiones por arma blanca o de fuego. En muchas ocasiones de muertes muy traumáticas y en accidentes de tráfico sobre todo, el examen externo de las lesiones que presenta puede establecer la causa de la muerte por la existencia de fracturas craneales o traumatismos de miembros y de cavidades que evidencien hemorragias.
Con esto terminaría lo que se denomina reconocimiento externo del cadáver. Antes de proceder al examen interno del cadáver con la apertura de cavidades, si es necesario se realizarían las correspondientes radiografías para evidenciar fracturas o poner de manifiesto la existencia de proyectiles. En este momento igualmente se realizan la correspondiente toma de muestras necesarias, sangre, humor vítreo, residuos de disparo en manos, uñas del cadáver, colgajos cutáneos… cada una de ellas dependiendo del tipo de muerte o de lo que necesitemos para la investigación.
•Reconocimiento interno.
Se realizaría con la apertura de la cavidad craneal, torácica y abdominal.
a) Craneal: Se realiza una incisión en la piel que une las dos apófisis mastoides del cráneo y una vez se han reclinado los colgajos de piel y tejido celular subcutáneo se procede al sierre circular de la bóveda craneal.
Al separar la calota nos encontraríamos con las meninges que recubren al cerebro, donde se procede al análisis sistemático de los hemisferios cerebrales, así como protuberancia, bulbo, médula y cerebelo.
b) Tórax: Se hace una incisión en la piel que transcurre por la línea media desde el esternón o incluso desde el mentón, hasta el pubis, reclinando a ambos lados la piel y el tejido celular subcutáneo. Se desinserta la clavícula y se procede al corte del esqueleto costal (costillas), tras esto, se pueden observar pulmones, corazón y todos los órganos que integran el mediastino (tráquea, esófago, laringe, aorta…).
c) Abdomen. Con la misma incisión cutánea realizada para la apertura del tórax, sólo resta cortar el peritoneo para evidenciar los órganos abdominales, donde se observan hígado, bazo, estómago, riñones e intestinos, así como todos los vasos sanguíneos.
Existen aperturas especiales de otras cavidades como la pélvica, reservada para casos en los que se sospechen agresiones sexuales, o la raquídea, cuando sea necesario examinar la médula espinal; se pueden realizar la autopsia de ojo o de oído en especiales patologías o en caso de que existan traumatismos a este nivel y las individuales de miembros cuando existan heridas necesarias a estudiar en los mismos.
Posteriormente a esto se realizaría un informe que se remite al Juzgado comunicando al juez la causa de la muerte y la data de la misma, a efectos de que el juez pueda realizar la inscripción de la muerte en el Registro Civil y pueda expedir la licencia de enterramiento para que los familiares puedan disponer del cadáver para su inhumación.
A posteriori se redacta un informe donde se detallan todos los hallazgos encontrados durante la práctica de la autopsia y donde a continuación de exponer tanto el reconocimiento externo e interno practicado en otro apartado denominado consideraciones médico-legales, se explican al juez cuestiones fundamentales relacionadas con la muerte como causa y mecanismo de producción de la misma, origen y etiología médico legal de la misma (natural o violenta, y dentro de estas últimas, accidental, suicida u homicida). Estas pueden ser más o menos extensas dependiendo del tipo de muerte o de cuestiones a resolver médico-legalmente hablando y por último se emiten las conclusiones de la autopsia, donde se hará constar expresamente la hora de la muerte.